viernes, 24 de septiembre de 2010

ATÓNITO.

El otro fin de semana, nos íbamos de viaje en avión, y al llegar al control de seguridad de barajas había un niño con su padre mirando una pistola de juguete que tenia entre las manos, mientras su padre le decía - “esto te lo guardo hasta que vuelvas”. Al lado de los contenedores done te hacen despojarte de los botes de crema, líquidos y etcétera, había una persona del aeropuerto que miraba al niño…
Entre mis pensamientos, miraba la situación y me decía…” le prohibirán al niño subir al avión con una pistola de plástico”… “no sé, es bastante absurdo y una exageración mas de los aeropuertos, pero bueno…”

Después de pasar el control de seguridad, en la típica zona que puedes apoyar la bandejas para recoger tus objetos personales, nos topamos con un grupo de chicas que iban de despedida de soltera, con sus diademas de princesa, camisetas blancas pintadas con rotulador, la homenajeada con el cartel de “me caso”, se pueden imaginar el panorama.

Todo esto es normal, pero me llamó la atención que se quejaban de una manera más afectada que la del niño de la entrada, esa desilusión despertó la curiosidad en mí y mire a ver que les pasaba. Había dos vigilantes de seguridad, requisándoles las pistolas de juguete y las esposas de plástico (rosas) que llevaban para disfrazarse en la despedida.

Atónito, les pregunto si ¿les han quitado las pistolas? A lo que me dijeron, con gran consternación, que sí. Que podían causar una situación de pánico y alertar a las autoridades.

Media docena de niñitas todas teñidas con mechas rubias, que no pasarían de la talla 40 y de metro sesenta, con diademas de princesa, camisetas anunciando “la Jenny (o la afortunada que fuese) se casa” y lindezas varias.

En ese momento pasaban mujeres con tacones mucho más peligrosos que unas pistolas de plástico o me viene a la cabeza un vuelo que cogió mi hermano en el que le dieron (en clase turista) cubiertos de metal, que por cierto, tienen un diseño muy chulo y el cuchillo corta bien.


Ya sabéis… las pistolas de plástico hay que facturarlas.

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